El Trabajo Social: Ideas Generales
1- En cuanto a la génesis del trabajo social existen dos posturas :
- La primera que sostiene su origen en la filantropía, beneficencia, paramedica, parajuridica, y cuyo principal exponente fue Mary Richmond
- La postura crítica, que hace referencia al origen del trabajo social certificado, a partir de la implementación de políticas sociales en la coyuntura Estatal, cuya naturaleza y contenido teórico-empírico hacen referencia a la Cuestión Social.
Podemos hacer mención de algunos límites que afectan al trabajo social:
- En cuanto a la formación académica, por la amplitud que presenta el objeto teórico.
- Y en cuanto a la escasez de recursos con los que se cuenta, para la satisfacción de necesidades y que determinan la intervención.
2- Respecto a las condiciones laborales y la especialización en nuestro espacio profesional, podria afirmarse que, las primeras son precarias debido a las politicas neoliberales implementadas en los 90’. Y en tanto el espacio profesional presenta limites en función de las oportunidades académicas regionales y de su gratuidad; además por las exigencias laborales al momento de intervenir. Por otro lado, la modalidad de becas, nos permite acceder a especializaciones en el ámbito de la investigación de temas de interés profesional. Sin embargo, el mismo está condicionado por el rendimiento académico previo y la evaluación de contenidos a rendir.
La acreditación de especialidades proporcionan un estatus elevado en el colectivo profesional y en los equipos de trabajo, sin embargo, la producción teórica en nuestra profesión no está fuertemente arraigada.
Por otro lado, si observamos las intervenciones, podemos deducir, que las mismas están atravesadas por la complejidad de las políticas sociales, proyectos, y modelos de estados, los cuales nos ponen en crisis, debilitando nuestra vigilancia epistemológica.
3- La comunicación en el colectivo profesional, es escasa con pocos canales habilitados desde lo formal e informal. En los trabajos suele darse en forma lineal, jerarquica, sin muchas posibilidades de participacion efectiva.
Al ser el objeto de intervención tan amplio y complejo, interpretamos nuestra tarea en equipos de trabajos compartidos con colegas de otras especialidades o disciplinas como espacios de construcción, necesarios e imprescindibles para garantizar un adecuado labor profesional.
Por otro lado, cabe mencionar que el currículum de nuestra carrera actualmente no está orientado a la docencia en la educación formal. Es por ello, que creemos altamente valorable, la creación de esta instancia académica, desde lo pedagógico, ya que, desde la profesión se accede a algunos espacios curriculares formales.
De la lectura del artículo de Diario Clarín, podemos observar aspectos diferenciales de la problemática docente:
Diferencia en el presupuesto y salarios asignados por provincia. Es decir, los recursos económicos aprobados en cada jurisdicción, nivelan hacia abajo, si las comparamos entre las que componen el territorio nacional, produciendo desigualdad, exclusión, en cuanto al alcance de los objetivos y las oportunidades de aprendizaje, las que, actualmente implican innovación tecnológica, y racionalidad en la integración de los aspectos regionales en la currícula. Estas diferencias se dan en el interior de cada provincia y entre ellas.
Esta lucha de los docentes organizados en sindicatos, viene dada por la desjerarquizacion de la profesión a lo largo del tiempo. Es decir, ser docente a mediados de siglo, implicaba participar reconocidamente en la tabla de profesiones jerarquizadas. A medida que los modelos de Estado se fueron modificando, los docentes debieron afianzar la lucha por recuperar el reconocimiento de su rol en la sociedad. Las distintas políticas públicas fueron dando paso a la necesidad de organizarse para hacer frente a los aspectos económicos, políticos y sociales
Conclusión
El docente está formado, no solo con especialidad en su espacio curricular, sino tambien pedagógicamente. El trabajador social, aunque carece de tal formación, podemos afirmar que nuestra currícula nos proporciona herramientas para llevar a cabo actividades en el ámbito de la educación formal, ya que nos definimos, además, como educadores sociales informales, desde una corriente de pensamiento crítico, generando espacios liberadores y democratizadores